Queridos compañeros y amigos: 

La sección sindical de infantil y primaria de Apprece Granada se siente en la obligación, dadas las fechas transcendentales que se acercan, de recordaros y subrayar algunas cosas. 

Como ya os dijimos en la carta de presentación que os hemos hecho llegar, los fines de APPRECE son:  

• Defender la presencia de la enseñanza de la religión confesional en la escuela pública y la dignidad laboral y social de los maestros que en infantil y primaria la hacen posible.

• Dialogar con las autoridades políticas, educativas y religiosas para colaborar en la consecución del fin anterior.

Apprece Granada, en concreto, se mueve por tres fines:

1. La defensa de los intereses legítimos de los profesores de Religión en su relación laboral con la Administración.

Estamos exigiendo todos y cada uno de los derechos que las leyes y sentencias firmes de los tribunales nos reconocen como trabajadores.

2. La lucha por alcanzar un verdadero status de asignatura fundamental para la oferta de la enseñanza religiosa católica y de las demás confesiones. No es posible separar nuestra dignidad laboral de la dignidad de nuestra asignatura.

Estamos defendiendo la asignatura de la religión confesional, que carece del tiempo y de las condiciones materiales suficientes para garantizar una mínima solidez pedagógica en la enseñanza de las religiones.

3. La defensa del papel de la Iglesia, que garantiza que lo que se enseña es lo que los padres, o los alumnos mayores de edad, piden, y tiene el deber de proponer a los profesores adecuados, y de velar por la idoneidad de los que ya impartimos la materia.

Nosotros sabemos, asumimos y defendemos que impartimos la formación religiosa escolar en el nombre de la Iglesia, y manifestamos nuestra fidelidad a ella.

¿Creéis que los maestros de religión de infantil y primaria no somos importantes?

En Apprece creemos que somos como un rodrigón que hace crecer la plantita de la libertad de nuestros hijos apoyándola en nuestras propias convicciones religiosas y morales, justo en los años en los que más se les puede influir y manipular. Protegéis, por tanto, algunos derechos tan fundamentales que son principios constitucionales:

1. La libertad religiosa, que es manifestación de la libertad ideológica y de pensamiento.

2. Nuestra patria potestad, garantizando que el Estado no nos la usurpa tras una excusa u otra.

¿Y por qué no se nos respeta?

Precisamente porque impedimos que nuestros hijos sean manipulados en el ámbito de la formación de su conciencia sin nuestro conocimiento y consentimiento.

Hoy adjuntamos tres archivos que podéis ir leyendo poco a poco, pero que son de sumo interés.