Queridos maestros de religión:

Apprece siempre ha buscado la estabilidad laboral definitiva de los maestros de religión y del profesorado de secundaria. Desde el año 2004 queremos que el profesorado de religión sea personal laboral fijo de plantilla.

El personal fijo de plantilla es un personal laboral que obtiene su plaza por oposición y cambia de destino por concurso de méritos. Los destinos son de con jornada completa salvo que el interesado pida jornada parcial.

Las plazas del personal fijo de plantilla están dotadas presupuestariamente, y dicho personal realiza las funciones que la Administración le encomienda atendiendo a su cualificación.

Pues bien, los maestros de religión accedemos al puesto y cambiamos de destino con criterios de igualdad, mérito, capacidad, es decir, mediante un concurso oposición de méritos. Las plazas de religión están dotadas presupuestariamente. Por lo tanto vamos a llamar a las cosas por su nombre. Solo falta que la Administración se decida a reconocernos como fijos de plantilla y a explotar todo nuestro potencial tal y como señala la ley. Habitualmente daremos todas las horas de religión que haya en nuestra plaza, puesto que es nuestra especialidad, pero si esas horas no fueran suficientes para completar la jornada, la Administración podría encargarnos cualquier otra función que pueda asignársele a un docente. De esta forma nuestra jornada se mantendrá inalterable.

Los motivos para amortizar una plaza, (es decir, para que desaparezca la plaza) serán los mismos que los que se contemplan para los funcionarios.

Esta es la solución perfecta para unos empleados públicos (los maestros de religión) que no siendo funcionarios tienen, sin embargo, un contrato indefinido, porque es la solución que, dándonos estabilidad, ahorra además a la Administración trabajo y dinero.

Por todos estos motivos esta fórmula tiene que salir adelante.

¿Incertidumbre? NUNCA MÁS.

Un cordial saludo.